sábado, 19 de diciembre de 2020

MICROGEOGRAFÍAS DE MADRID


Portada de Microgeografías de Madrid

Microgeografías de Madrid no es sólo un libro de fotografía, es también un paseo por Madrid de la mano de Belén Bermejo, su autora, acompañándola mientras nos habla de estrellas, de copos de nieve y de islas; de sus palabras favoritas o de todos los tonos que existen del color rojo, su preferido. A ratos, su mirada se detiene ante un charco, una flor, un buzón, una ventana, una puerta o el desconchón de una pared. Entonces saca la cámara, y la geometría, el color o esa emoción que la ha atrapado quedan capturadas en una instantánea.

Página 30 del libro Microgeografías de Madrid, de Ed PlanB

Wilson Alwyn Bentley fue un señor admirable y fascinante. Nació en 1865 en un pueblecito de Vermont. El señor Bentley tuvo dos ocupaciones peculiares: fue coleccionista de gotas de lluvia, que capturaba con harina, y durante mucho tiempo se le consideró la primera persona que fotografió copos de nieve (hasta hace ocho años, cuando se descubrió que un tal Johann Heinrich Flögel lo hizo seis años antes que él). El interés del señor Bentley por la nieve comenzó en la adolescencia: quiso dibujar los copos tal y como los veía con un viejo microscopio, pero se le derretían, así que unió una cámara de fotos al microscopio y, tras muchos experimentos, logró fotografiar su primer copo de nieve el 15 de enero de 1885. Acabó haciendo más de 5.000 fotos y demostró que todos los copos son distintos. En 1931 publicó el libro Los cristales de nieve, con 2.500 fotos. Decía: «Bajo el microscopio encontré que los copos de nieve eran milagros de belleza; y me pareció una pena que esa belleza no fuera vista y apreciada por otros». […]

Fotografía de Belén Bermejo (Microgeografías de Madrid)

Umberto Eco, en su libro El vértigo de las listas, explica que existe una retórica de la enumeración: la enumeratio, la congenie o la gradatio son formas de esa retórica. Las listas y las enumeraciones son también una poética. Tengo una lista en la que se detallan los casi treinta tonos del rojo, mi color favorito: almagre, bermejo, bermellón, cardenal, carmesí, carmín, escarlata, frambuesa, grana, gules, hematite, lacre, aurora, bandera, coral, indio, Ferrari, fucsia, persa, purpúreo, sangre, rubí, teja, tomate, vino tinto, punzó, arrebol. Y azul cereza, que es como se denomina el color rojo de las prendas de los uniformes franceses.
Página 73 del libro Microgeografías de Madrid, de Ed. PlanB

Me acuerdo de la ilusión que hace escribir una carta. Me acuerdo de que hace mucho tiempo que no recibo ninguna. Me acuerdo de cartas que una vez escribí. Me acuerdo de Joe Brainard todos los días.

Páginas 88 y 89 de Microgeografías de Madrid (Belén Bermejo)
Plan B de Peguin Random House Grupo Editorial

«Toda la vida ya está enmarcada y está justo ahí», decía la pintora Maud Dowley mientras miraba por la ventana de la casita en la que vivía y pintaba las paredes con sus características flores. A Maudie le encantaban las ventanas. A Wes Anderson también la gustan. A Andrew Wyeth y a Caspar David Friedrich les entusiasmaron; lo mismo a Wislawa Szymborska.

 La wikipedia dice que Belén Bermejo fue editora de narrativa y poesía en Espasa, y fotógrafa. Editora. Siempre llevo un libro de Pe Cas Co (Pedro Casariego Córdoba). Hago fotos. Feminista, podemos leer en el perfil de su cuenta de Instagram y Twitter. Pero son las fotografías y los textos de este libro las que mejor la retratan. Avanzar –caminar por las calles, los barrios y los parques de Madrid– pasando las páginas es sentirla a ella y... echarla de menos.

Página 33 de Microgeografías de Madrid (Belén Bermejo)

 Belén Bermejo falleció en junio de este año a causa de un cáncer. Su lucha contra esta enfermedad la llevó a querer destinar todos los beneficios de la publicación al área de Oncología Médica del Hospital de La Princesa de Madrid. Lo que supone un motivo más para haceros con el libro.

PD: Inma, gracias de nuevo por tu regalo. Fue todo un acierto. Efectivamente, existe esa afinidad en la mirada de la que me hablabas. Y gracias, también, por ser como eres, por ese espíritu solidario y altruista que te llena y esa labor de mecenazgo que realizas en silencio.





MICROGEOGRAFÍAS DE MADRID

Belén Bermejo

Ediciones PlanB del grupo Penguin Random House



sábado, 5 de diciembre de 2020

FLASH MÁLAGA. CONCURSO DE FOTOGRAFÍA

Málaga: quietud y movimiento. Fotografía de Lucía Rodríguez

Aunque os lo cuente ahora, fue en octubre del pasado 2019 cuando recibí la notificación de que había sido seleccionada con esta fotografía en el concurso Flash Málaga que organizó la Fundación Málaga, encargada de promover el patrimonio y la cultura de la ciudad; labor que cubre con conferencias, conciertos, exposiciones, publicaciones y becas para artistas.

Flash Málaga. Concurso de fotografía (Fundación Málaga)

  En esta ocasión la Fundación Málaga optó por algo diferente: un certamen fotográfico donde la mirada propia de cada participante se encargarse de sintetizar la esencia malagueña en un instante, teniendo que ir cada imagen acompañada de un texto alusivo escrito por el propio autor.

Málaga: quietud y movimiento
Atardece en la ciudad y las gaviotas, nerviosas, se agitan y graznan en el cielo, alborotadas, probablemente, por la salida de algún crucero; como cometas sobrevuelan intrépidas la catedral, el hotel Málaga Palacio y el Palmeral de las Sorpresas, en un contraluz que recoge la quietud y el movimiento de la propia ciudad.
 La quietud de una urbe con historia, que nos transmiten los más de dos siglos de existencia de la catedral, en contraposición con el vuelo de las aves, que, a modo de metáfora, bien podría representar el bullicio y el dinamismo de una ciudad que no para, que siempre está en continuo movimiento; un tempo, uniformemente acelerado, que ha venido de la mano del turismo: construcción de hoteles, nuevas playas, apertura de museos y una remodelación del puerto que han convertido a Málaga en una de las ciudades más punteras de España a nivel turístico, algo que representa en la imagen el emblemático edificio del hotel Málaga Palacio, en pie desde hace cincuenta años, y el modernísimo Palmeral de las Sorpresas, marco idóneo para el paseo y el ocio de los malagueños y visitantes. Historia y cultura, turismo y ocio en una fotografía nacida del azar de un instante. El skyline más perita de mi ciudad.
Lucía Rodríguez Vicario

 El jurado seleccionó un conjunto de veinte instantáneas repartidas en cuatro apartados: patrimonio histórico-artístico; costumbres, tradiciones locales y gastronomía; arte urbano; y entorno natural. Cada una de esas categorías tuvo un ganador; aunque todos los seleccionados nos podemos dar por premiados, ya que la Fundación Málaga ha recogido nuestros trabajos en un libro, un tomo con un toque de diseño y modernidad del que sus editores pueden estar más que orgullosos. Además, en un formato ideal para su manejo.

Portada Flash Málaga

 Las complicaciones y limitaciones que la pandemia generó, y que aún continúan, han sido las responsables de que el libro no se haya presentado en público. Yo estaba esperando a ese momento para comunicaros que había sido seleccionada, pero ahora que la Fundación lo ha compartido en sus redes sociales y en la plataforma issuu, donde podéis visualizar el libro al completo, me he puesto a escribir esta entrada para daros la buena noticia e invitaros a acceder a él en este enlace:

https://issuu.com/fundacionmalaga/docs/flashmalaga-issuu

 También podeis disfruta de las fotografías en este vídeo que está colgado en YouTube.

 Espero que os guste. Yo estoy encantada.

https://fundacionmalaga.com/

https://www.instagram.com/fundacionmalaga/