viernes, 26 de junio de 2015

FRANCISCO GONZÁLEZ ROMERO: CUANDO LA EDAD ES SOLO UN NÚMERO




La tarde del lunes me acerqué al Ateneo de la ciudad para conocer en persona al pintor Francisco González Romero quién, a sus 92 años, presentaba su libro Facultad de Arte y Diseño, un volumen que acaba de ser publicado por Ediciones del Genal tras veinte años de espera. Y es que este proyecto de lo que sería la futura y deseada Facultad de Bellas Artes de Málaga fue escrito en la década de los noventa, cuando era miembro de la Asociación Pro Centro de Arte Contemporáneo y Facultad de Bellas Artes y Diseño para Málaga. Para elaborar el texto, Francisco González se valió de su amplia experiencia docente, de sus conocimientos de pintura, diseño y arquitectura, y de ese movimiento reivindicativo que pretendía dotar a la ciudad de dichas infraestructuras culturales.

 En 1997 ese estudio se presentó al Concurso Público del Consejo Social de la Universidad de Málaga, obteniendo un accésit y el compromiso de publicación por parte de dicha institución, algo que no llegó a cumplirse.

 Ahora, Facultad de Arte y Diseño nos muestra el manuscrito original: un texto técnico que interesará a todo aquel que esté implicado en el tema académico y pedagógico. Acompaña a ese proyecto un apartado final en el que se muestra el perfil y la obra gráfica del propio autor, lo que me ha permitido descubrir a un artista que no conocía. Un artista del barrio de Capuchinos que nos demuestra, además, que la edad es solo un número.


Paco Jurado, Francisco González Romero, Rafael Alvarado y Manuel Sánchez Vicioso
Presentación del libro Facultad de Arte y Diseño en el Ateneo de Málaga, junio 2015
Fotografía: Lucía Rodríguez


 Evolución es una palabra muy repetida en el discurso de Francisco González Romero:

El arte y la ciencia es evolucionar. 
Nosotros somos idénticos a la naturaleza, evolucionamos.  
Una de las cosas fundamentales en el arte es la evolución.

 Y él nos lo ejemplifica en su propio discurrir artístico, pasando del realismo a la abstracción, e incorporando poco a poco influencias del simbolismo, el surrealismo y el cubismo.


















 Sacrificio y vocación son dos términos que también aparecen en varias ocasiones al hablar de su dedicación al estudio de la pintura, y que quedan reflejados en sus trabajos, en sus proyectos y en su profesión.

 A su edad, sigue pintando y estudiando con la misma vitalidad y ganas que transmite, por lo que no pude evitar recordar esa misma tarde el artículo de Antonio Muñoz Molina que leí en el Babelia hace unas semanas en el que hace referencia a artistas que, ya octogenarios, seguían trabajando en su obra con la misma pasión y empeño que en su juventud. 

 "Hay una desenvoltura común, un aire de facilidad y hasta de burla en el arte de estos viejos maestros, un fraseo sin interrupciones ni tropiezos que parece no guiado por la voluntad, porque es como el discurrir de un río, como los arroyos y deltas que forman sobre la arena los hilos del agua cuando se retira la marea. Son las improvisaciones al piano del viejo Duke Ellington, los trazos suntuosos que pintaba De Kooning hacia la mitad de los años setenta, o los del viejo Monet medio cegado por las cataratas, o los del viejo Rembrandt en ese autorretrato en el que se está muriendo de risa, vestido de harapos, con una risa de borrachín, burlándose de su propia maestría y a la vez desplegándola y celebrándola con un descaro sin soberbia: es la desmesura del Goya muy viejo que ya lo ha visto todo y la de Beethoven componiendo en el silencio de su imaginación la Gran fuga, rompiendo con ella cualquier sentido de la proporción clásica y hasta de la cordura, ese fluir que se repite y vuelve y sigue repitiéndose como si no fuera a terminar nunca".

 Francisco González Romero rezuma ilusión. Su espíritu inquieto lo convierte en un ejemplo. De trato cercano y conversación amena, se expresa con una seguridad, una naturalidad y una libertad que sólo se adquiere con la edad, algo que hila muy bien con el comienzo del artículo de Muñoz Molina: 

 "Hay una parte de desvergüenza y de temeridad en la maestría sin apariencia de esfuerzo del artista muy viejo..."

 Ni qué decir que esa tarde me vine del Ateneo con su dedicatoria en el libro, con su tarjeta de visita y con la promesa de hacerle una visita en su estudio.


Francisco González Romero conversando con Lucía Rodríguez Vicario, Ateneo de Málaga 2015
Fotografía: Pedro Delgado


Nota: Podéis leer el artículo de Antonio Muñoz Molina en:
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/02/babelia/1433260538_409556.html

Página web del pintor Francisco González Romero:
http://www.gonzalez-romero.es/inicio.htm

Si estáis interesados en adquirir este libro, sólo tenéis que pinchar en este enlace:
www.libreriaproteo.com/libro/ver/id/1582930/titulo/facultad-de-arte-y-diseno.html





miércoles, 17 de junio de 2015

ERRORES INFALIBLES PARA (Y POR) EL ARTE





Precisamente ahora que tengo encima las dos graduaciones de mis hijos, uno en primaria y otro en secundaria, me he leído Errores infalibles para (y por) el arte, título del libro que recoge el discurso que pronunció Neil Gaiman ante los graduados de la Universidad de Arte de Filadelfia en 2012.


Neil Gaiman

 Quizás el nombre de Neil Gaiman no os diga nada, pero si os anoto que es el creador de Sandman y Coraline seguramente os suene algo más. The Sandman es un cómic de prestigio, una serie de terror que se publicó desde 1988 a 1996, y su novela Los sueños de Coraline fue llevada al cine en 2009.




 Estos dos títulos son los que yo conocía, pero su producción es más extensa, tanto en cómics y novelas como en guiones de cine y poesía, siendo merecedora en numerosas ocasiones de premios importantes como el Bram Stoker o el Nébula.


 Haced buen arte es el título del discurso, un texto que debería ser obligatorio leer en todos los centros educativos al final de un ciclo o carrera. Seis consejos basados en la experiencia del escritor, redactados en un tono motivante y alentador, que inciden en la necesidad de tener confianza en nosotros mismos y en nuestros proyectos. Aunque el discurso esté centrado en el arte y la creatividad, bien podría enfocarse a otros ámbitos de la vida, así como a otras edades, siendo igual de valioso para esos adolescentes de 12 y 15 años que empiezan a ser personas y a construir sus vidas y sus sueños.







Cuando comienzas tienes que lidiar con los problemas del fracaso. Necesitas entereza, presencia de ánimo, para aprender que no todos los proyectos sobreviven. La vida freelance, la vida en el arte, es a veces la del náufrago que arroja al mar mensajes embotellados con la esperanza de que alguien encuentre uno, lo lea y meta en la botella algo que navegue hasta la orilla de su isla desierta: comprensión, un encargo, dinero o amor. Y deberás resignarte a la molestia de que quizás mandes cien mensajes antes de que te llegue una respuesta.

 Editado exquisitamente por Malpaso, leemos las palabras del autor como si de un juego se tratara. El diseño corre a cuenta del estudio Atlas (Astrid Stavro y Pablo Martín) que con una tipografía y un grafismo llamativo, divertido y curioso consiguen que cada una de sus páginas sea bien diferente: letras grandes o pequeñas; alineadas en vertical, en diagonal o en horizontal; coloreadas en gris, rojo, negro o blanco; colocadas superpuestas, cruzadas o invertidas.








 El libro, una de esas joyitas que gusta tener a la vista, constituye también una invitación a saltarte las normas, a no temer a los errores, a no ponernos límites, muros o barreras.

Las normas sobre lo posible y lo imposible en el arte fueron dictadas por individuos que no intentaron rebasar los límites de lo posible. Vosotros podéis intentarlo. Si no sabéis que es imposible será más fácil lograrlo.




 Un discurso para releer.

*Fotografías del libro: Lucía Rodríguez Vicario.
*Los textos de letra anaranjada pertenecen a la 1ª edición de Errores infalibles para (y por) el arte de Neil Gaiman, publicado en febrero de 2015 por Malpaso Ediciones.




viernes, 5 de junio de 2015

YA EN CASA

Los días posteriores a un curso siempre me resultan difíciles. Cuesta adaptarse. Una quiere retomar la rutina y el ritmo que había dejado en casa, pero no es posible. Reflexiones, conocimientos, técnicas y artistas abordan mis pensamientos, acompañados de ráfagas o flashes que me transportan a las salas del museo, al cuadro que estaba pintando o a las risas y las charlas de los compañeros.


Lucía Rodríguez Vicario en el IV Curso de Realismo y Figuración. Museo Casa Ibáñez.


 Ha sido una semana intensa, repleta de sensaciones, emociones y replanteamientos. Ha pasado muy muy rápido, pero, a la vez, las horas han cundido tanto que parece que hubiese sido una semana de quince días.







 Ahora toca reposar, asentar, digerir, reflexionar y asimilar todo lo acumulado en el curso. Y luego empezar a aplicarlo y ver como se refleja en mis próximos trabajos.

 Gracias a los maestros por vuestra dedicación e implicación y por mantener esta propuesta viva; gracias a los trabajadores del museo por atendernos como tan bien sabéis; y gracias a los compañeros por vuestro compañerismo y amistad y por esos buenos ratos compartidos a veces hasta la madrugada ;-D. Espero que se den las circunstancias y volvamos a reencontrarnos.


Grupo de alumnos del IV Curso de Realismo y Figuración, Olula del Río 2015


 Para terminar, aquí os dejo el enlace a un reportaje sobre el curso con una entrevista a Antonio López y Andrés García Ibáñez, grabado y emitido por la televisión de Almería (Programa Abierto al atardecer de Interalmería Tv).

http://original.livestream.com/interalmeriatv/video?clipId=pla_737c0bd6-c33f-4abc-84ac-39747fc75d9f&utm_source=lsplayer&utm_medium=ui-play&utm_campaign=click-bait&utm_content=interalmeriatv