Todos tenemos canciones que nos transportan a lugares concretos y nos hacen revivir emociones. Una larga lista a la que añadir, desde la semana pasada, Human de The Killers, canción que forma parte del álbum Day & Age y que me acompañó en el viaje de Málaga a Olula del Río y en los veinte minutos de trayecto diario de ida y vuelta entre el complejo Reul Alto, donde nos alojábamos, y el Museo Casa Ibáñez, donde Golucho impartía el curso-taller de pintura.
Había escuchado el tema hacía unos años y me pareció una de esas canciones brillantes que te transmiten energía y buenas vibraciones, pero fue unos días antes de irme al curso cuando me topé con el CD curioseando en la Fnac. El recuerdo de aquellas sensaciones, junto a lo bonito de la portada, me animó a comprarlo. Luego, ya en casa, curioseando el libreto de la cubierta vi que ésta era obra del artista británico Paul Normansell (Birmingham, 1978) quien también había retratado en el interior, con su particular estilo, a los cuatro componentes del grupo; un estilo que me recuerda al Chuck Close que vi en el 2009 en el MOMA de Nueva York o a los collages de Viz Muniz que vi hace dos semanas en el CAC de Málaga.
En definitiva, que el azar quiso que el disco llegase a mis manos, cuatro años después de grabarse, y que se convirtiese en la banda sonora de estos días, mía y de todos los que me acompañaban en la Renault Kangoo camino del Museo. Para vosotros va dedicada esta entrada.
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Retrato de Brandon Flowers, obra de Paul Normansell. |