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jueves, 9 de febrero de 2017

¿PRESIONAR UN BOTÓN Y GRABAR?


El cineasta Sergei Loznitsa


P. ¿Hasta qué punto el fácil acceso a las cámaras y la explosión de grabaciones está alterando el cine? 
R. Realmente no es algo tan nuevo: antes la gente tenía lápiz y papel y muchos escribían, pero la literatura siguió al mimo nivel. Pasa lo mismo con las cámaras: ser director es algo distinto de presionar un botón y grabar. Con el material hay que hacer algo que exprese tu manera de pensar, y esto es más difícil. 
P. ¿El nivel de ultraexposición del público a material audiovisual complica hoy el proceso? 
R. El punto de vista meditado aún existe, aunque mucha gente no piensa. Por eso quienes lo hacen ganan. La vida es una competición, hay que ser listo y anticiparse, porque si simplemente reproduces lo que ves alrededor te quedas en la réplica. Hay que dominar un lenguaje cinematográfico para poder compartir tus pensamientos con el público. La educación cinematográfica cada vez es más importante. 
P. ¿Las nuevas herramientas han cambiado la forma en que se cuentan las historias en la pantalla? 
R. Las reglas básicas son las mismas. Si iluminas como en los cincuenta dirán que es algo viejo, pero la forma en que la cámara presenta las cosas y cómo se reconstruye una idea es igual. Es sólo cuestión de gustos. Antes sabíamos que teníamos estómago, y ahora tenemos cámaras que nos permiten verlo con mucha precisión. Con el cine es algo parecido, hay herramientas más precisas, pero no ha habido nuevos descubrimientos en las últimas décadas como hubo en los años veinte, por ejemplo, con el primer plano, que fue un verdadero shock. Ahora la cámara vuela, genial, pero ya lo hacía antes con menos precisión, antes de Birdman estaba El reportero, de Antonioni, y aquello entonces sí fue algo novedoso, muy interesante.
Sergei Loznitsa
Cineasta bielorruso



Pueden leer la entrevista completa en el siguiente enlace:




lunes, 21 de marzo de 2016

LA CHICA DANESA



El pasado mes me empujó al cine la historia de una pareja de pintores. Ver en el tráiler cómo se manejaban con los pinceles, fue lo que me llevó a comprar la entrada para La chica danesa. El hecho de que los protagonistas fueran artistas me llamaba más la atención que el tema central de la película, ya que en realidad ésta se centra en la biografía de Einar Wegener (más tarde Lili Elbe), el primer hombre sometido a una intervención quirúrgica de reasignación de sexo, considerado hoy día un referente en la lucha por la reivindicación de los derechos de los transexuales.

Gerda Gottlieb y Einar Mogens Wegener, en una exposición de Gerda en 1926 

 Gerda Wegener fue una pintora e ilustradora danesa (Copenhague, 1886) que destacó por sus retratos y por las ilustraciones que realizó para diversas editoriales y revistas de la época.

Obra de Gerda Wegener

Obra de Gerda Wegener

Ilustración de Gerda Wegener

Ilustración de Gerda Wegener

 Y Einar Mogens Wegener (Vejle, 1882) fue un renombrado paisajista danés, que estando casado con Gerda descubrió su verdadera sexualidad. Se sentía una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre y, poco a poco, comenzó a reinventarse bajo el nombre de Lili Elbe, posando para Gerda en la mayoría de sus cuadros.

Lili Elbe retratada por Gerda Wegener

Óleo de Gerda Wegener

 Ya como Lili, Einar dejó de pintar, pues consideraba que la pintura pertenecía a su pasado como hombre. A pesar de todo, ambas continuaron su relación de pareja. En 1930, el gobierno reconoció su nueva identidad y anuló su matrimonio. Gerda siguió unida al que fuera su marido y lo apoyó en todo el proceso de reasignación y cambio de sexo, acompañándolo en sus diversas operaciones quirúrgicas. Lamentablemente, Lili no sobreviviría a su quinta intervención, cuando le realizaban un trasplante de útero para cumplir el mayor de sus deseos: ser madre.

Puente sobre el Loira. Óleo de Einar Wegener

Óleo de Einar Wegener

Vista de Capri. Óleo de Einar Wegener

 El film está basado libremente en la novela homónima de David Ebershoff, publicada en 2001, quien a su vez se inspiró en Man into Woman, editada tras la muerte de Lili en 1931 y donde, bajo el pseudónimo de Niels Hoyer, su amigo Ernst Ludwing Hathorn Jacobson recopiló textos del diario de Einar y del correo mantenido con Gerda para construir lo que sería el reflejo de esa primera transformación de género en una persona.

Fotograma de La chica danesa

 La película consigue atraparte en esa época de los años 20 y 30; en la atmósfera del Copenhague y el París donde vivieron entre artistas, fiestas y eventos culturales; y en el amor incondicional que sentían el uno por el otro. Ese amor, ese sentimiento que no para de latir en la película, Alicia Vikander (Gerda) lo borda. Sin embargo, no se plasma con la misma intensidad el resto de emociones: todas esas frustraciones, decepciones y presiones a las que debieron estar sometidas las dos, Lili y Gerda. Además, en algunos momentos Eddie Redmayne (Einar/Lili) me parecía sobreactuado, y en el metraje se presentan ciertos saltos y lagunas que hacen perder el ritmo del tiempo.

Fotograma de La chica danesa

 Quizás se trate de una vida demasiado sentida e intensa para poder ser abarcada o contada en apenas dos horas de proyección.

miércoles, 29 de abril de 2015

DEL FESTIVAL DE CINE DE MÁLAGA, LIBROS Y GRAFITIS





La única película que he visto del Festival de Cine de Málaga es El país del miedo, un título que les recomiendo desde ya aunque no se haya llevado ningún premio, pues te mantiene en tensión los 102 minutos que dura su metraje.




 Esa noche, después del estreno y de haber estado metidos en la piel de los protagonista, padeciendo con ellos, nos reunimos en torno a unas cervezas con César Martínez (productor de la película), Charo, y Sergio Barce (que estrena La emperatriz de Tánger con la misma editorial que Pedro). Solo faltó Pablo Aranda (que también acaba de publicar Los protegidos y tenía otro compromiso) y Pablo Cantos (que aunque ahora va a hacer dos años que no está entre nosotros, lo sigue estando), al que César dedicó unas palabras desde la tarima en el previo al pase: palabras que brotaban desde ese gran corazón que tiene César y que se le anudaban en la garganta, mientras Pedro y yo nos emocionábamos todavía más sintiendo cómo, poco a poco, se le iba la voz.

 Decía que tomábamos unas cervezas para celebrar el reencuentro, mientras aguardábamos a que se llevasen a César y a Charo al Photocall, y, entre tanto, hablábamos de literatura (la película esta basada en la novela del mismo nombre de Isaac Rosa, editada por Seix Barral)




y cine (el nuevo proyecto en el que está trabajando César y la película que estrenaba al día siguiente Daniel Guzmán, A cambio de nada, que a la postre ha sido el film que se ha llevado la Biznaga de Oro a la mejor película del festival).






 Fue hablando de Daniel Guzmán y del guión de otra película que dirigió César y que se llama Arena en los bolsillos (se estrenó en el Festival de Cine de Málaga en 2006), cuando salió el tema de los grafiteros y me enteré, sorprendida, de que Daniel Guzmán es Tifon, un histórico, como Muelle, del grafiti madrileño.






 Tifon no tiene nada que ver con esos artistas del asfalto como Banksy, Obey o D*Face, si no que es uno de esos grafiteros juveniles e ilegales que firmaba de modo reivindicativo en las paredes de Madrid, con el mismo estilo flechero de Muelle.


Daniel Guzmán es Tifon
Fotografía: Rosa Muñoz






  Y para volver a El país del miedo, la película con la que abrí la entrada, me gustaría dejaros aquí la imagen del desnudo que cuelga sobre el cabecero del dormitorio de los padres. Un grafito del que todavía no he conseguido la foto porque no sé el nombre del autor, pero que en cuanto lo averigüe lo añado.

miércoles, 25 de febrero de 2015

ATÍN AYA: EL FOTÓGRAFO QUE INSPIRÓ UNA PELÍCULA





Lo bueno de las vacaciones de Semana Blanca es que no hay que madrugar y que se puede desayunar sin prisas, como si fuese sábado o domingo. Además, estos días el sol entra por la cristalera y es un gusto prolongar el momento con una revista en las manos. Es así como esta mañana me he encontrado con un artículo que aúna Cine y Fotografía: El fotógrafo que inspiró 'La isla mínima'. No os preocupéis si no habéis visto la película, que no os voy a hacer spoiler (que es como llaman mis hijos ahora a lo que de toda la vida ha sido destriparte una película, un libro o una serie de televisión). Todavía no he ido a ver la cinta, pero desde hoy ya tengo otra razón para hacerlo.





 El artículo del XLSemanal, firmado por Fernando Goitia, nos muestra las fotografías que hizo el sevillano Atín Aya en las marismas del Guadalquivir. Unas imágenes que inspiraron la película de Alberto Rodríguez.


Lucio de Esparragosilla grande 1991-1996. Fotografía de Atín Aya


Isabel y Manuela Hueso Santos 1991-1996 (Atín Aya)


Alfonso Vera Humanes y Rosario León Jiménez en el poblado Queipo de Llano
1991-1996 Fotografía de Atín Aya


Poblado de Alfonso XIII 1991-1996. Fotografía de Atín Aya


Fotografía de Atín Aya

"Yo ni siquiera me dedicaba profesionalmente al cine -rememora Rodríguez-. En 2000 vi una exposición de Atín Aya llamada Marismas del Guadalquivir, 1991-1996. Yo conocía la zona, había oído hablar de Aya..., pero fue un auténtico shock. Aquellas imágenes transformaron toda mi percepción del lugar. Estaba con Alex Catalán, director de fotografía de La isla mínima, y salimos los dos pensando: 'Es el escenario perfecto para un wéstern crepuscular bestial. El entorno convertido en un personaje'. Y ya nunca dejamos de darle vueltas. Por eso, cuando dicen que nos inspiramos en True Detective, me da la risa. Atín Aya fue la verdadera inspiración".


Fotografía de Atín Aya


Paisaje en la Marisma del Bajo Guadalquivir junto a Trebujena 1991-1996
Fotografía Atín Aya


Paisaje con duna en el camino del Palacio Doñana 1991-1996. Fotografía: Atín Aya 


 La película, a su vez, me ha descubierto a un gran fotógrafo.
Joaquín Aya Abaurre (Sevilla, 1955-2007), más conocido como Atín Aya, comenzó a estudiar fotografía en la escuela Photocentro de Madrid en 1981, después de licenciarse en Psicología por la Universidad de Granada. Ese año, empezó a trabajar también en la sección de archivos y laboratorios de la agencia Cover, fundada por Aurora Fierro y su maestro Jordi Socias. De vuelta a Sevilla, trabajó como reportero gráfico, entre 1982 y 1986, para ABC y Diario 16 Andalucía. Y por esos años comenzó sus primeras series documentales.


Atín Aya fotografiado por Pedro Albornoz


 Con exposiciones individuales y colectivas en ciudades como Sevilla, Madrid, Barcelona o Nueva York, Atín Aya recibió en 1991 el Primer Premio Fotopress en el apartado de Cultura y Espectáculos. En 1997 obtuvo la Beca Fotopress de la Fundación La Caixa, lo que le permitió completar la serie Marismas del Guadalquivir, un conjunto de imágenes que han vuelto a la actualidad gracias a la película de Alberto Rodríguez. Lamentablemente, Atín Aya falleció en 2007 sin poder disfrutar de este momento.


El fotógrafo Atín Aya (Fotografía: Paco Martín)


Aquí os dejo el enlace del artículo de Fernando Goitia en el que podemos ver las fotos de Atín Aya confrontadas con los fotogramas de la película y los comentarios del propio director. 



Fotografía de Atín Aya


El actor malagueño Antonio de la Torre en un fotograma de La isla mínima


"Atín reflejó un modo de vida casi extinto. Y, en ese ámbito, el barquero es un auténtico símbolo. Traslada cada día a quienes trabajan al otro lado en un eterno viaje de ida y vuelta, sin fin. Porque el tiempo en la marisma es distinto, como si se detuviera a veces. Aquí, tiempo y espacio van unidos. Hay puntos en que no ves un ser humano en el infinito, solo la planicie. Se dice que en la marisma, aunque no veas a nadie, alguien te está observando a ti. Es muy inquietante".


 También os anoto la página web del fotógrafo, gestionada por sus herederos, donde podéis profundizar en su obra.



domingo, 2 de noviembre de 2014

EL FIN DE LA COMEDIA


Díptico del Festival de Series Canal + de Málaga en la puerta de mi nevera. Fotografía: Lucía Rodríguez.

Éste es el título de una nueva serie española que se estrena el próximo día 7 de noviembre en la cadena Comedy Central, y que ayer noche se presentó en el Cine Álbeniz en el marco del Festival de Series de Canal +. Acudieron al acto sus tres creadores: Ignatius Farray, Miguel Esteban y Raúl Navarro, y se proyectaron los dos primeros capítulos de los seis de los que consta la serie, episodios que bordean la frontera entre lo real y lo ficticio y en los que se muestra la vida de un monologuista cuando no está sobre el escenario, con sus problemas cotidianos, esos con los que muchos tenemos que lidiar en nuestro día a día pero que en manos de Ignatius cobran una dimensión especial. Comedia amarga, con arranque melancólico y desenlace alegre, que arrancó una salva de aplausos al terminar. Así que nada de Fin de la Comedia. Mientras haya gente como la que ha urdido esto, las risas no desaparecerán.
 Como decían en el primer capítulo: "¡¡Mucha mierda!!"


Ignatius Farray y Lucía Rodríguez Vicario. Fotografía: Pedro Delgado.


domingo, 23 de febrero de 2014

NEBRASKA

Cartel de la película Nebraska  (Fotografía: Pedro Delgado)

Rodada en blanco y negro, Nebraska es una hartá de gamas de grises, pero también de diálogos pausados y perfectos, con carga, con silencios que dicen sin hablar. Un road movie protagonizado por un padre y un hijo en la América rural. Dos horas que se pasan en un suspiro. Una historia magistral de la que es mejor que no os cuente nada. Deciros solamente que os acerquéis al cine, y si la pasan en versión original, como en el Albéniz, mejor que mejor.




domingo, 8 de diciembre de 2013

LA GRAN BELLEZA


Cartel de la película La gran belleza (Fotografía Pedro Delgado)


Qué sorpresa, qué alegría volver al cine y encontrarme con una película como La gran belleza. Qué diálogos, qué crítica, qué todo.
 Acompañada de buena música y de unas imágenes de Roma espectaculares, Paolo Sorrentino da palos a todos los ámbitos de la sociedad: al arte contemporáneo, con sus a veces absurdas performances; a la religión, con la iglesia a la cabeza; al mundo de la noche; la alta sociedad..., y todo con un fino sentido del humor del que se vale el italiano para mostrarnos los sentimientos, las decepciones, la decadencia y las miserias y locuras de esa fauna que rodea al protagonista, un escritor y periodista escéptico e irónico, interpretado por Toni Servillo.
 142 minutos que despiertan las risas pero también la reflexión.
 Aquí os dejo el tráiler. Está en italiano, pero es que después de ver la película en V.O.S (es lo que tiene el cine Albéniz) me suena horrible la voz del protagonista doblada al español. Además, las imágenes del tráiler italiano dicen mucho más de la película.





miércoles, 25 de septiembre de 2013

DENNIS HOPPER. EN EL CAMINO


Dennis Hopper por Andy Warhol



"Yo nací en Dodge City, Kansas, y en el fondo no soy más que un chico granjero de clase media. Estaba convencido de que la interpretación, la pintura, la música, la escritura, eran -todas ellas- partes de ser artista. Nunca las vi como algo separado". 
Dennis Hopper




El pasado sábado, siguiendo con la vena fotográfica, y ante el temor de perdérmela (finaliza el próximo día 29), visité la exposición temporal de Dennis Hopper en el Museo Picasso de Málaga.




 Bajo el título de Dennis Hopper. En el camino la exposición recoge una muestra representativa del trabajo de Hopper como fotógrafo, artista plástico, actor y director de cine, así como una pequeña parte de su colección de arte, sobre todo de los artistas del pop art que eran sus amigos: Andy Warhol, Robert Rauschenberg, Ed Ruscha, Claes Oldenburg, Tom Wesselmann o Roy Lichtenstein. Y también nos permite escuchar la banda sonora de algunas de sus películas (caso de Easy Rider) y de los músicos a los que fotografiaba (Ike y Tina Turner, The Byrds, James Brown...). Completan la muestra una selección de carteles de su filmografía y una selección de vídeos con fragmentos de sus películas o tomas fuera de cámara (la charla con Coppola en algún descanso de Apocalypse Now no tiene desperdicio).



Dennis Hopper en su papel de fotógrafo enloquecido en Apocalyse Now.
Anónimo, 1979


 El regalo de una cámara réflex fue lo que provocó en el actor, entre 1961 y 1967, el deseo de retratar a una sociedad en la que se estaban produciendo importantes cambios culturales y políticos.



Martin Luther King, Jr, Alabama, 1965. Fotografia de Dennis Hooper
Cortesía de Dennis Hopper Art Trust


Paul Newman. Fotografía Dennis Hopper
Cortesía Dennis Hopper Art Trust


Andy Warhol, Henry Geldzahler, David Hockney y David Goodman
Fotografía Dennis Hopper, 1963
Cortesía Dennis Hopper Art Trust


 La exposición también me llevó a descubrir que las portadas de esos CDs de The Smiths que tengo por casa pertenecen a una fotografía de Dennis Hopper.


 


Pareja de motoristas, 1961. Fotografía de Dennis Hopper
Cortesía de The Dennis Hopper Art Trust

 En definitiva, si son amantes de los tipos auténticos y genuinos, no se pierdan esta exposición. Le quedan cuatro días.





Museo Picasso Málaga
29.04.2013 - 29.09.2013