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domingo, 21 de julio de 2013

EN PLEIN AIR


Paul Cézanne fotografiado por Ker-Xavier Roussel en 1906


Siguiendo los consejos de Cézanne y animada por Alfonso Alonso, he estado unos días en Reul Alto pintando en plein air. Al aire libre.

 Paul Cezánne "pensaba que todos los pintores deberían consagrarse en cuerpo y alma al estudio de la naturaleza. Fuera cual fuera la pregunta, Cézanne consideraba que era la naturaleza la que contenía la respuesta". "Uno sabe que todos los cuadros hechos aquí en el estudio no serán nunca ni la mitad de buenos que los hechos ahí fuera", proclamó antes de comprometerse con una vida al aire libre a merced de los elementos y concluir: "[En la naturaleza] veo cosas soberbias y tengo que hacerme a la idea de trabajar exclusivamente al aire libre". Día tras día, desde el amanecer al atardecer, se sentaba frente a una montaña o el mar de su Provenza natal y pintaba lo que veía. Pensaba que la tarea de un artista era llegar "al corazón de lo que está ante nosotros y expresarlo con toda la lógica posible".
 En 1886, cuando comenzó su aprendizaje con los impresionistas, escribió a Émile Zola, su amigo de los tiempos del colegio: "Estoy convencido de que todas las pinturas de los viejos maestros que representan escenas al aire libre han sido solamente hechas a base de maestría técnica, porque ninguna de ellas posee la apariencia verdadera y, ante todo, original que proporciona la naturaleza". En otras palabras, cualquier pintor con talento puede falsificar un paisaje, pero una representación precisa de la naturaleza sobre un lienzo requiere el esfuerzo de plantarse frente a ella.




 En esa aventura, fuera del estudio, me han acompañado Juan Miguel Galera, Odu Carmona y Alfonso Alonso. Éste último como "maestro de ceremonias" al estilo del profesor John Keating de El club de los poetas muertos. Así que durante cuatro días hemos pintado, hemos visto libros y revistas de arte, de arquitectura, de historia, de viajes y de fotografía entre charlas, enseñanzas, anécdotas y risas.


                                                   





Los tres con Dolores Moreno, alcaldesa de Laroya


Nota:
 El texto sobre Cézanne está extraído de ¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos, de Will Gompertz (director de Arte de la BBC y exdirector de la Tate Gallery de Londres), publicado este año por la editorial Taurus.
 Reul Alto son unos cortijos rurales en el entorno del pueblo de Laroya, ideales para pasar unos días pintando, escribiendo, haciendo senderismo, mountain-bike o simplemente descansando en el enclave de la Sierra de los Filabres (www.reulalto.com).

viernes, 17 de mayo de 2013

¡¡A LAS BARRICADAS!!


 Leo el artículo de Iker Seisdedos en El País de hoy y me entran los siete males. Ya el título te encrespa de por sí (Almarcegui llena de escombros el pabellón español en Venecia), pero es ver la foto que lo acompaña y perlársete la frente de un sudor frío, de esos que producen escalofríos.


Aspecto del pabellón español en la Bienal de Venecia


 Vale que la artista zaragozana Lara Almarcegui haya querido reflejar que España está para el derribo, pero es que resulta que no es eso lo que ha querido escenificar. El artículo dice que  la artista ha descartado dobles lecturas sobre el hecho de que España envíe al mundial del arte contemporáneo una montaña de escombros de más de cuatro metros de altura. "No se trata de una reflexión sobre la burbuja inmobiliaria o la crisis; desgraciadamente, problemas como esos hay en todas partes y no solo en España".
 Según el articulista, es la búsqueda de la "poética del escombro" y "la fascinación por los descampados" lo que ha caracterizado el trabajo de Lara Almarcegui (que reside en Holanda y es una habitual del circuito europeo de exposiciones), un trabajo derivado del land art, término que he tenido que buscar en ¿Qué estás mirando? 150 años de Arte Moderno en un abrir y cerrar de ojos, el libro de Will Gompertz que me regaló Pedro por el día de algo o por gusto y que todavía no he tenido tiempo de leer.





 Allí, en la página 367 y 368, leo ahora que el land art es una rama del arte conceptual que estuvo muy en boga a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta (por cierto, acabo de acordarme que lo de land art ya me sonaba del artículo del blog de Iñigo Navarro (Diferencias entre Body y Land art), aquel genial de las deposiciones en el campo).
 Will Gompertz escribe que el ejemplo más conocido de land art es Malecón espiral (Spiral Jetty, 1970), de Robert Smithson, una escultura monumental hecha de arena en el Great Salt Lake de Utah (donde los mormones de mi querido Brandon Flowers), arena que fue extraída de las rocas de basalto negro que pueblan la zona. "Es un camino sublime que no conduce a ninguna parte y que parece un cruce entre una oreja humana, una nota musical y el caparazón de un caracol". 




 Sol Le Witt dijo que "El arte conceptual es bueno sólo si la idea es buena". Descartada la metáfora de la situación española, lo demás no me convence.
 Y además nos informan que el proyecto, apoyado por Acción Cultural Española (AC/E), ha costado unos 400.000 euros, la mitad del coste del de Dora García de la última Bienal (¡Qué baratito! Encima ahorrando).
 ¡¡¿¿400.000 euros??!!
 Lo dicho: ¡¡¡A LAS BARRICADAS!!!