miércoles, 13 de enero de 2016

EL PINTOR ELEGANTE


Michaël Borremans en el CAC Málaga

Michaël Borremans se va de Málaga el próximo 17 de enero. Ha estado alojado en el CAC Málaga desde el 9 de octubre, y durante todo este tiempo lo he visitado en varias ocasiones. Bueno, como imaginaréis, lo que he visitado es la sala donde se alberga su obra, pero es que viendo sus cuadros casi te haces la idea de su persona. Eso sí, puede que al tratarle me llevara un chasco, como ocurre a veces cuando tienes muchas ganas de conocer al escritor de esa novela que tanto te ha llenado y luego resulta que, por sí solo, no transmite lo esperado. Quiero pensar que no sería así. De momento, mi impresión es la de una persona que se encuentra bien estando sola, en su mundo, con sus cosas y sus ideas; alguien exigente y respetuoso con la Historia del Arte, la pintura y su tradición; quizás algo impaciente o impulsivo a la hora de trabajar, pues no se para en preparar el soporte, y recicla y reutiliza otras telas ya pintadas -en algunas de ellas incluso se transparenta claramente el trabajo anterior-. También debe ser alguien serio, aunque a la vez divertido, por esas ideas que recrea que a veces parecen rayar lo absurdo, pero cuyo trasfondo siempre nos lleva a algo más profundo, sirviéndose del título a modo de hilo del que podamos tirar. ¡Y además toca en el grupo de rock experimental The Singing Painters! Total, que el belga es de esa gente a la que me gustaría que me presentaran.

 El caso es que, a lo largo de estos tres últimos meses, me he parado delante de su trabajo: unas veces sola y otras acompañada por amigos, lo cual siempre es un añadido, no sólo por la compañía, sino porque también surgen diferentes interpretaciones, explicaciones, descubrimientos y opiniones. Y así, enfrentados a cada una de las 35 obras que componen la exposición, hemos hablado de su paleta fría, configurada por grises, ocres, verdes y sombras;

Automat (I), 2008. 80x60. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

de su pintura rápida y ligera, con zonas inacabadas, que da la sensación de realizarse en pocas sesiones, y que, a pesar de apoyarse en la fotografía arrastra mucho de la pintura tradicional;

The Egg IV, 2012. 42x36. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

de sus motivos, reflejados como naturalezas muertas incluso cuando se tratan de retratos;

10 and 11, 2006. 36x42. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

The Prop, 2013. 36x42. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

Fixture, 2008. 40x50. Obra de Michaël Borremans que da título a la exposición
Fotografía: Lucía Rodríguez

Dragonplant, 2003. 31x49. Obra de Michael Boremas
Fotografía: Lucía Rodríguez

de sus temas tétricos, extraños y misteriosos, en escenas donde no se sabe qué ha pasado antes o qué va a pasar después, como si pulsaras "pause" en un DVD;

The Sheets, 2003. 40x50. Obra de Michaél Borremans
 Fotografía: Lucía Rodríguez

The Preservation, 2001. 70x60. Obra de Michael Boremas
Fotografía: Lucía Rodríguez

The Resemblance, 2006. 2x(36x42). Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

The Barn, 2003. 60x70. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

del tamaño de los cuadros: menos tres, el resto son de pequeño formato, pero no por ello se les da menos importancia, y cuelgan de las paredes ocupando, a veces, hasta un panel completo, provocando una sensación de frialdad, de soledad o falta de vida;

Sleeper en la sala del CAC Málaga
Fotografía: Lucía Rodríguez Vicario

Sleeper, 2007-2008. 40x50. Obra de Michaël Borremans
 Fotografía: Lucía Rodríguez

The Loan en la sala del CAC Málaga
Fotografía: Lucía Rodríguez

The Loan, 2011. 310x205. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

Salas del CAC Málaga con la exposición Fixture de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

de sus composiciones, sus fondos oscuros y sus pinceladas, donde se manifiestan constantemente sus referentes: Velázquez, Rembrandt, Goya, Courbert...

Cross, 2015. 70x60. Obra de Michaël Borremans
Fotografía: Lucía Rodríguez

The Angel, 2013. 300x200. Obra de Michael Boremas
Fotografía: Lucía Rodríguez

The Missile, 2013. 200x120. Obra de Michael Boremas
Fotografía: Lucía Rodríguez

 Borremans crea esa duda (o dualidad) entre lo vivo y lo muerto (entre el ser vivo y el simple objeto), así como entre lo masculino y lo femenino, el niño y el adulto, como si tuviera una doble interpretación. Dobles interpretaciones o muchas más, porque él nos deja la libertad de terminar los cuadros, obligándonos a pensar y a no ser meros espectadores -qué bien suena eso de que el arte te lleve a pensar-.

Girl with Feathers, 2010. 42x36. Obra de Michael Boremas
Fotografía: Lucía Rodríguez

Pony, 2009. 50x42. Obra de Michael Boremas
Fotografía: Lucía Rodríguez

 Y para complementar la visita nada mejor que el documental sobre Borremans, "Un cuchillo en el ojo", que podéis ver en el siguiente enlace. Ahí descubriréis el por qué del título de esta entrada. 
http://lalulula.tv/documental-2/michael-borremans-un-cuchillo-en-el-ojo

Nota: Este post está dedicado a Daniela, Odu, Rafael, Ana, Alfonso, Miguel y Antonio recordando el buen rato compartido a costa de Michaël Borremans.

Lucía Rodríguez y Danielle Brouns en el CAC
(Málaga, noviembre 2015
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Odu Carmona y Lucía Rodríguez en el CAC
(Málaga, noviembre 2015)

Rafael Bestard y Lucía Rodríguez en el CAC  (Málaga, noviembre 2015)

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