jueves, 14 de marzo de 2013

MIGUEL ÁNGEL Y EL HABEMUS PAPAM






Pedro tenía un profesor en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Málaga que, allá por el año 1985, le impartía la asignatura de Color. Pedro guarda muy buen recuerdo de él y todavía se acuerda de cómo le insistía para que dibujase todos los días, pues "la mano" se perdía. Don Antonio Carmona decía que había que dibujar cada día algo, aunque sólo fuese una manzana. Tampoco dejaba pasar la ocasión para demostrar su tremenda admiración por Miguel Ángel Buonarotti, el genio del Renacimiento, y solía repetir a menudo que, para él, aquel era su único Dios.
 Esta noche, al oír cómo el nuevo Papa rezaba en la capilla Paulina, antes de salir a saludar y dar la bendición a los fieles, Pedro se acordó de aquel antiguo profesor, pues en uno de los frescos de dicha capilla, el de la Crucifixión de San Pedro, aparece un autorretrato de Miguel Ángel con turbante, un autorretrato descubierto en julio de 2009. Y me dijo que le resultaba muy curioso que lo primero que hubiese hecho el Papa Jorge Mario Bergoglio fuese rezar ante dicha imagen. Seguramente, pensó, el profesor se habría sonreído.



Crucifixión de San Pedro
(A la izquierda aparece Miguel Ángel como uno de los tres caballeros romanos que acompañan la crucifixión)

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