martes, 5 de marzo de 2013

EL DESEO DE SER INÚTIL



Pedro Delgado y Corto Maltés vistos por Sergio Camacho



La semana pasada, entre descenso y descenso, y al calor del hotel, me leí Jesús me quiere, otra buena comedia de David Safier, el autor de Maldito Karma. Y mientras eso ocurría, Pedro, mi pareja, devoraba emocionado las páginas de El deseo de ser inútil, una especie de autobiografía de Hugo Pratt, el creador de Corto Maltés, su personaje de cómic favorito.

 Al terminarla, me confesó que se sentía muy próximo a Hugo Pratt, y que se había acordado de Flaubert y su "Madame Bovary c'ets moi", al comprobar algo que ya sospechaba: que el mundo interior de Pratt se refleja hasta tal punto en su obra que es fácil imaginar al propio Pratt diciendo aquello de "Corto Maltés soy yo".

 En las páginas de El deseo de ser inútil Pratt nos cuenta su vida respondiendo a las preguntas del periodista Dominique Petitflaux, una vida llena de viajes y aventuras, nomadéos marcados por el dibujo, la lectura y las mujeres.





"Cuando pienso en aquellos que me acusaban de ser inútil..., he de decirles que, frente a ellos, no sólo tengo el placer de ser inútil, sino el deseo de ser inútil".


 En casa una estatua de resina de Corto Maltés preside el escritorio de Pedro; junto a ella, los cómic del marino, la versión novelada de La balada del mar salado, la Venecia secreta de Corto Maltés (la guía con la que nos pateamos la ciudad hace unos años en nuestra segunda visita), el Querido Corto Maltés de Susana Fortes, un GEO dedicado al personaje, agendas y cuadernos de viajes con los dibujos de Pratt, volúmenes como Hugo Pratt Viaje secreto o Las mujeres de Corto Maltés, un Corto de plástico de Plastoy, una colección de encendedores con imágenes del personaje y otra de fèves de porcelana con los protagonistas de las historias... Y hasta hay una bandera de la Serenísima cosida al estor de la ventana del estudio. También un hueco grande en la pared donde irá un magnífico retrato del Maltés hecho por su primo Sergio. Por ello, se comprenderá que esta entrada esté dedicada a mí pareja, fan irredento del Corto, y a todos aquellos que se hayan sentido como el Maltés alguna vez en la vida (va por ti también, Sergio).

 

Pedro Delgado Fernández. Río Níger, Mali, 1997



"Cuando volví a Italia (desde Etiopía) había dejado de creer en la patria, la bandera, las ideologías y todo eso. Me había forjado mi propia ética, que ante todo consistía en ser fiel a mis amigos".



Hugo Pratt



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2 comentarios:

  1. Gracias por la dedicatoria final, qué ganas de viajar allá donde quede algo de aventura tras leer este post. Y cuánta impaciencia por tener entre mis manos este libro de tan fantástico título.
    Por cierto, como anillo al dedo esa foto de Pedro Maltés gobernando la pinaza!!!!

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    1. Muchas de nada, y vete preparando que según me dice Carlos Pranger, de Confluencias, la semana que viene entra en imprenta "A la sombra de Corto", otro impresionante diálogo de Hugo Pratt y Dominique Petitfaux sobre la obra del primero. ¡¡¡¡Corto forever!!!!

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