viernes, 22 de marzo de 2013

¡¡UFFF!!



Performance Masculin, femenin de Bárbara Zagora (Fotografías: Miriam Ramírez)


Hay performance que te dibujan un mohín en la cara y otras que te llegan al alma. Como ejemplo de las primeras está la que se pudo ver en la Galería Central de la UMA (Universidad de Málaga) el pasado mes de febrero, en la que una universitaria irrumpió, completamente desnuda, en la inauguración de la exposición de fotografías de los alumnos del ciclo superior de Fotografía Artística de San Telmo y, sin mediar palabra, se puso a recortarse el vello del pubis. Imágenes de moléculas rojas para "evidenciar" el interior del ser humano y un recital de versos precedieron el recortito, tras el cual la artista peló un plátano y lo troceó para repartirlo entre el alucinado público (el que no se lo crea que lea la crónica de Susana Zamora en el diario SUR del 26 de febrero). Masculin, femenin se denominaba la performance. Con lo de las tijeras quería "poner de manifiesto el enfrentamiento constante de la mujer con la sociedad" y con lo del plátano que "la condición del ser es lo que somos, la sexualidad instintiva del hombre", menos mal que a esta artista multidisciplinar de la Escuela de San Telmo le gusta el público que no entiende su obra. Estoy salvada.

 Otra cosa  muy distinta es la performance de Marina Abramovic que ha colgado Sergio en su facebook y que como él bien dice, te deja la piel de gallina. A mí también me dejó un pellizco en el pecho.
 Marina Abramovic y Ulay tuvieron una relación amorosa intensa en los años setenta. Cuando vieron que ésta se acababa, decidieron caminar cada uno desde un extremo de la Muralla China para reencontrarse en el centro y despedirse con un fuerte abrazo. Muchos años después, ella hizo en el MoMa esta performance (El artista está presente), en la que  permanecía sentada ante una mesa, soportando durante un minuto el silencio y la mirada directa a los ojos de quien se quisiera sentar frente a ella. Lo que podemos ver en el vídeo, es lo que pasó cuando Ulay llegó y ocupó el asiento.





1 comentario:

  1. Realmente emocionante el performance de Marina Abramovic (confieso que incluso se me han saltado las lágrimas). Es la más clara manifestación de sentimientos en estado puro, emoción sin necesidad de efectos especiales.

    Por otro lado, ¿De veras el de Bárbara Zagora puede ser considerado Arte? ...yo lo definiría como simple exhibicionismo impúdico.

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