Akira Mizuno, Ávila 2012 |
Hace unos días, tuve mi primera visita en el blog desde Japón, y me acordé de Akira Mizuno. Por separado, Akira es el nombre de un famoso manga japonés que también fue llevado al cine, y Mizuno la marca deportiva que patrocinó a mi pareja durante cerca de una década. Pero junto, es el nombre de un prodigio de la pintura, un japonés de 38 años que se ganó la admiración de todos, incluida la del maestro D. Antonio López, en la Cátedra Francisco de Goya que realizamos el pasado mes de julio en Ávila.
Aunque Akira todavía no tiene mucha soltura con el castellano, se esforzó por explicarnos su obra, y así pudimos descubrir lo que ésta encierra.
Al cuadro del manzano le dedicó tres años, de ahí que se vean flores y manzanas, pues representa las distintas estaciones por las que pasa el árbol. Incluso se valió, al exponerlo, de manzanas de escayola (realizadas con moldes) que colocó en el suelo, junto al cuadro, para representar los frutos que caían mientras él pintaba.
En este díptico, uno de los cuadros muestra un cráneo de jabalí que le regaló un amigo, pero como éste le dio la cabeza entera, lo tuvo enterrado durante un año para que perdiese el pelo y la carne. Es esa tierra y la sensación que vivió al desenterrarlo, lo que muestra el otro cuadro.
En esta última obra, el cuerpo con plumas pertenece a una gallina muerta a la que Akira le sacó el corazón para pintarlo en otra tabla, por eso dejó en el plumaje la huella roja que refleja ese acto.
Akira Mizuno. Óleo sobre tabla, 89.4x130.3 cm. 2011-2012 |
Impresionante la pintura de Akira.
ResponderEliminarUn abrazo Lucía!
AKIRA UN GRAN AMIGO Y UN GRAN PINTOR.
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