En la revista Smoda, que acompaña a El País de los sábados, viene un artículo que lleva por título La oleada perfecta en el que habla sobre cómo la fascinación por el surf y el monopatín sigue vigente hoy día, con nuevas tendencias que no dejan de estimular el sector, entre ellas la de los skates intervenidos por artistas. María Ovelar, que es quien firma el artículo, cuenta que Damien Hirst comercializa su obra en skates de edición limitada (disponibles en Artnet.com). Lástima que la periodista no conozca el trabajo de Sergio Camacho (sí, ese fotógrafo que le pega a todo y que ya es un habitual de este blog) porque si ustedes quieren calaveras hechas con diminutos diamantes o vacas en formol vale, pero si buscan un trabajo elegante, aristocrático y distinguido (como se definía un tío abuelo de Pedro) de un artista nacional, encarguen el trabajo a Sergio que seguro que no les defrauda.
Tablas de skate diseñadas y pintadas por Sergio Camacho Torres |
Diseño sobre papel para skate, obra de Sergio Camacho Torres |
Por cierto, ¿dónde estarán mis antiguos skates?
El del surf era mi hermano Quillo que de vez en cuando aún sale a cabalgar alguna ola. Yo, aunque tenía mi Sancheski naranja y más tarde el de madera, era más de patines. Ahora tengo unos de ruedas en líneas, pero todavía recuerdo los clásicos que tenía de bota blanca y las tardes en la disco roller quemando calorías al ritmo de Xanadú.
¿Se acuerdan de Xanadú?
¿Y de Leif Garrett?
En casa todavía tenemos rodando un single con su Nací para bailar (I was made for dancing). Así que aquí os lo dejo por si os queréis pegar un dancing.
Quién nos iba a decir a nosotros que los monopatines se convertirían en lienzos! ; por cierto cómo podía gustarme el leif garret ese...
ResponderEliminarJaja, cosas de la preadolescencia...
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