Me gustan las personas que no ciñen su creatividad a un solo campo. Sobre todo aquellas que dividen su tiempo entre la pintura y la fotografía, la escultura, el diseño, la arquitectura o la escritura, como le pasa al italiano Gabriele Picco del que acabo de leer Lo que te cae de los ojos, una novela corta en cuya portada se puede ver una de sus esculturas, pues Gabriele Picco, además de licenciarse en Letras Modernas por la Universidad de Milán, es un reconocido artista visual con obras en el MoMA o la colección Montblanc.
Obra de Gabriele Picco |
Lo dicho, uno de esos artistas que bien podrían ocupar un espacio en el CAC Málaga (de momento, podemos ver su obra en su web www.gabrielpicco.com) y al que, a la vez, podemos leer en esta edición de Seix Barral (Biblioteca furtiva, 2011). La novela, escrita de una forma fresca, actual y desenfadada, conmueve y emociona. Lástima que Gabriele no le haya sacado más partido a los dibujos que acompañan el libro, sosos y simples. Creo que de haberse aplicado más en ellos o de haberlos dejado en manos de otro ilustrador habrían dado más valor a la obra. Esos dibujos forman parte del bloc perdido de Karuko (una estudiante de bellas artes) que encuentra Ennio, el protagonista, quien decide buscarla para devolvérselo. Ennio ha llegado a Nueva York desde Italia huyendo del dolor, de un secreto, de un sentimiento que le impide llorar pero que, a su vez, le lleva a fotografiar las lágrimas de los demás, pues dentro de cada lágrima hay un universo, un mundo completo, una historia, una tristeza, una alegría...
Por sus páginas pasan un batiburrillo de personajes curiosos y algo disparatados que Gabriele nos presenta valiéndose de un encantador toque de humor y optimismo, y de los que nos va dando a conocer sus secretos, miedos y emociones, y donde el amor servirá de nexo de unión entre ellos. El amor a la pareja, al hijo, al amigo, a un animal; ese amor que buscamos, del que todos necesitamos, que todos tenemos para dar y que tanto influye en nuestras vidas, hasta el punto de trastocarlas haciéndonos pasar de una vida a otra, como puertas que abriésemos o cerrásemos al compás de ese sentimiento.
Muy bueno Lucia.
ResponderEliminarGracias, Rocío. Si te apetece leer la novela te pasas por casa y te la dejo. Y de paso nos tomamos un café.
EliminarUn beso.