lunes, 17 de febrero de 2014

ATRÁS QUEDÓ SAN VALENTÍN


Lucía Rodríguez en la inauguración de Duffy. Bowie Series. Fotografía: Pedro Delgado

Ya han transcurrido más de 28 años desde que conocí a Pedro y a Bowie en un pub de Manresa. Habíamos ido a un Campeonato de España juvenil y junior de atletismo, y la última noche, agotada la competición, salimos a divertirnos. Recuerdo que entramos en un pub, que Pedro se sentó a mi lado, que proyectaban vídeos musicales en una pantalla y que dejó de darme coba en cuanto aparecieron las imágenes del China Girl. Yo no sabía quién era aquel tal Bowie, pero Pedro me puso rápidamente al corriente. Era la época del álbum Let's Dance, canción que también sonó junto a Modern Love.

 Leído esto, podemos deducir lo especial que resultó que el pasado 14 de febrero, día de San Valentín, inaugurasen en La Térmica la exposición Duffy. Bowie Series, pues la música y la imagen de Bowie forman parte de mi historia sentimental, con canciones que son ya parte de la banda sonora de mi vida.

 El año pasado, en septiembre, bajo el nombre de The Prettiest Star, hice una entrada en este vuestro blog acerca de la exposición del fotógrafo Brian Duffy en Zaragoza, y ahora me resulta increíble anunciaros que al menos una pequeña parte de esa muestra (sólo la parte dedicada a Bowie) ha llegado a Málaga.

Lucía Rodríguez en la exposición Duffy. Bowie Series. Fotografía: Pedro Delgado Fernández

 La inauguración de la exposición fue precedida de una charla a cargo de Chris Duffy, hijo del fallecido fotógrafo (2010), Kevin Cann, biógrafo oficial de Bowie, y Alfredo Taján, director del Instituto Municipal del Libro y fan, como tantos de nosotros, de David Jones y todos sus alter egos.

Alfredo Taján, Chris Duffy y Kevin Cann en el acto de inauguración de la Duffy. Bowie Series   Fotografía: Pedro Delgado Fernández

 Chris, también fotógrafo y asistente durante muchos años de su padre, acompañó sus palabras con las más icónicas imágenes de la obra de Brian Duffy: a color y a blanco y negro, de retratos y escenas, de moda  y de famosos, de publicidad y calendarios, de artistas y mitos de su época. Todo ello al ritmo de Changes, Fame, Heroes, Golden Years o Under Pressure y con el respetable, que llenó la incómoda sala, moviendo la cabeza.

  Kevin Cann, autor del libro Any Day Any Now, The London Years, 1947-1973, que biografía los primeros años de la vida y la carrera artística de David Bowie comentó, entre otras anécdotas, cómo el famoso rayo llegó al rostro del cantante para la portada del álbum Aladdin Sane.


Inauguración de la exposición Duffy. Bowie Series. Fotografía: Lucía Rodríguez Vicario

Pedro Delgado en la inauguración de la exposición Duffy. Bowie Series. Fotografía: Lucía Rodríguez

 Tenéis hasta el 23 de marzo para visitar la exposición, donde se puede ver también el documental de la BBC, El hombre que fotografió los 60, sobre la vida y el trabajo de Brian Duffy.

2 comentarios:

  1. Sinceramente esperaba bastante más de esta exposición, empezando por la propia conferencia que desveló poco o nada a lo ya más que conocido, continuando por lo incomodo que resultó la sala donde se produjo, de diseño retroprogre, con esos pufs que tanto propician lumbago como hacer manitas con el desconocido que tengas a un lado u otro si no llegas emparejado desde casa. Lo de la prueba técnica de la tecnología punta instantes antes de comenzar voy a omitirlo porque forma parte de la idiosincrasia malacitana (qué curioso, el corrector de textos me advierte y me invita a escribir malawiana, será porque lo vivido en ese momento era más acorde con lo usual en la República de Malawi... con todos los respetos al país africano). De la exposición fotográfica... de no ser fan empedernido de Bowie o por serlo propiamente, de igual modo, salí decepcionado. Escasísimo material colgado de cuatro indignas paredes... me pregunto, ¿es eso una sala que pueda tan solo acometer y acoger la presencia de los asistentes a un acto inaugural? ¡¡¡éramos ovejas en un redil, tal cual!!!
    Sintiéndolo mucho, me pareció una bufa de principio a fin. Ni los conferenciantes me gustaron (parecían querer engatusarnos con mayores revelaciones en un próximo libro que ya promocionaban) ni para esa microexpo merecía la pena atravesar Málaga de punta a punta, la verdad. Algo más de calidad le exigiría a La Térmica, lo visto y la manera de exhibirlo, me lo he encontrado en Casas de Cultura de pueblos que pueden presumir de mejor organización y selección con presupuestos mucho más reducidos.

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    1. Jajaja, te voy a tener que contratar para complementar algunas de mis entradas. Algo así como el poli bueno y el poli malo. Jejeje. La verdad es que es una lástima que sólo hayan traído una pequeña parte de lo que fue la exposición de Duffy en Zaragoza.
      Un abrazo.

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