De vez en cuando, las noticias relacionadas con un mismo país se suceden o se agolpan en las páginas de los periódicos, como ocurre este fin de semana con Japón.
Por un lado el príncipe heredero Naruhito visitaba Coria del Río, el pueblo sevillano donde recaló una expedición diplomática japonesa que dejó más de 600 descendientes en el municipio. Este año se cumple el cuarto centenario de aquel encuentro, cuando la delegación encabezada por el samurái Hasekura Tsunenaga llegó desde Sendai a Coria del Río, con la misión de conseguir el permiso del rey Felipe III para comerciar con las colonias españolas. Aquellos japoneses no consiguieron su objetivo pero fueron capaces de dejar huella en la población sevillana, cuyos descendientes llevan el apellido Japón en el DNI (vamos, que aquellos orientales embarazaron a media Coria).
Y por otro se da cuenta de la exposición Japonismo. La fascinación por el arte japonés que cobija CaixaForum Barcelona y que reúne 300 obras, procedentes de 108 colecciones públicas y privadas, creadas bajo el influjo de oriente desde el siglo XIX.
La exposición, comisariada por el especialista Ricard Bru, muestra desde un libro de viajes de Marco Polo de 1503 al casco samurái que regalaron los de la misma expedición de Coria del Río a Felipe III, así como muebles, vestidos, joyas y pinturas de Picasso, Casas, Miró, Nonell, Fortuny, Madrazo, Regoyos, Anglada Camarasa, José Villegas, Francesc Masriera o Eudald Serra. El cine y la ópera (Madama Butterfly) también tienen cabida en la muestra a la que seguro que no falta Akihito Asano, uno de los pintores que asistieron al último curso de Olula del Río (con el que también coincidí en el de Ávila), un japonés que, siguiendo los pasos del samurái Hasekura se ha establecido en España cuatro siglos después.
Y por si todo esto no era suficiente, el telediario anuncia la exposición en el Museo del Prado de estampas japonesas de los siglos XVII al XIX, imágenes adquiridas en 1936 por el Museo de Arte Moderno que se integraron posteriormente en las colecciones del Prado y que se exhiben por primera vez al público.
Pedro relee mi entrada y me recuerda las aguadas con tinta negra de la alemana (criada entre Canarias y Málaga) Katharina Bévand, las cuales parecen creadas bajo el influjo del sol naciente.
Obra en tinta de Katharina Bévand |
Obra en tinta de Katharina Bévand |
Y en el colmo de los colmos, mientras intento subir la entrada, suena en la televisión el himno de Japón, pues, para rizar el rizo, esta noche Japón arranca la Copa Confederaciones de fútbol jugando contra Brasil. Como ven, no se pueden amontonar más noticias sobre un mismo país.
P.D.: Ah, ya de paso, aprovecho para enviarle un saludo a Akira Mizuno. Un abrazo Akira.
P.D.: Ah, ya de paso, aprovecho para enviarle un saludo a Akira Mizuno. Un abrazo Akira.
hola Lucía, interesante entrada. Hace unos días pasé por Madrid y en el Palacio de Cristal del Retiro pude ver -está hasta el 2 de septiembre- esta original obra, Memorias imaginadas, del japonés Mitsuo Miura -quizás podría añadirse al conglomerado nipón actual que refieres-,
ResponderEliminarhttp://www.museoreinasofia.es/exposiciones/mitsuo-miura ,
un saludo
Pues ahí queda recogida tu propuesta, aunque he de reconocer, después de echarle un vistazo por internet, que esa intervención de Mitsuo Miura en el Palacio de Cristal me deja un tanto fría. Quizás en vivo y a determinadas horas...
EliminarDe todas formas, gracias por añadir un nuevo ítem a mi propuesta japonesa.